domingo, 17 de marzo de 2013

1937 Angulo en Santander (II)

Uno de los llamamientos publicados en "República. Diario del Pueblo"

   Dejábamos nuestra anterior entrada en las publicaciones en prensa de los llamamientos para ingresar en las Brigadas de Carabineros de Santander y la posible autoría de los publicados sin firma en el diario “República”. Ahora ya sí en primera persona, sin que llegara a cumplirse una semana desde su llegada, Angulo se dirige el 15 de julio a los carabineros y a los nuevos inscritos como Jefe de la nueva Comandancia del Norte de Carabineros instándoles a seguir un comportamiento y compromiso ejemplar con el Cuerpo que representan y con la República que deben defender:

JEFATURA DE LAS FUERZAS DE CARABINEROS DEL NORTE.
Orden del Cuerpo del día 15 de julio de 1937

   Una vez posesionado del mando de las fuerzas de Carabineros del Norte, y en período de reorganización los servicios de las antiguas Comandancias de Guipúzcoa, Vizcaya, Santander y Asturias, cumplo gustoso el deber de saludar a los jefes, oficiales, clases y carabineros de la nueva Comandancia del Norte, al tiempo que les hago las siguientes prevenciones:

   Primera. Estando España en guerra contra el fascismo invasor de nuestro territorio, es deber ineludible de cuantos pertenecen al Instituto de Carabineros, considerarse, sobre todas las cosas, combatientes; es decir, que mientras la guerra no termine con el triunfo total de las armas republicanas, la misión primordial de los carabineros es la de defender la República, sin escatimar ningún sacrificio.
   Segunda. Deber tan ineludible como el anterior, es el de ser fieles, sin desmayo ni tibieza, a la causa antifascista. Fidelidad que no estriba en permanecer en territorio leal y mantener una actitud pasiva. La fidelidad que la hora española exige de nosotros, es activa, denodada, dispuesta a darlo todo por la República. No hacerlo así, en los hombres civiles es censurable; pero en los soldados, es delito merecedor de las sanciones más duras.
   Tercera. Consecuencia lógica de lo anteriormente expuesto, es mi propósito de ser inexorable con todos aquellos que no cumplan sus deberes con el máximo fervor republicano y antifascista. Lealmente aconsejo a cuantos no estén dispuestos a inspirar su conducta en aquellas normas, que pidan la separación del Instituto de Carabineros, en cuyas filas no pueden seguir teniendo cabida. El problema está en servir o no servir, sin paliativos ni distingos casuísticos. Aquel que por su falta de celo, o sus actividades sospechosas, demuestre no ser un republicano de fe encendida e insobornable, será dado de baja fulminantemente, sin perjuicio de ser entregado a la justicia.
   El jefe que suscribe desea que estas prevenciones resulten inadecuadas, porque todos cuantos se honran en ser servidores de la República vistiendo el uniforme de Carabineros, demuestren con sus actos ser los mejores entre los buenos. A nada menos obliga la tradición de nuestro Cuerpo y el sacrificio sin medida de los que, en todos los frentes de combate, enaltecen a diario su nombre con su sangre heroica.
   Esta Orden será leída en todos los puestos y destacamentos de Carabineros, durante cinco días.

   Santander, 15 de julio de 1937.- El teniente coronel jefe, FEDERICO ANGULO. 

El general Valdés Cavanilles inspeccionando el acopio de víveres en el Puerto de Santander

   No sólo se podía ver por entonces órdenes como las que citábamos. La propaganda en prensa del Cuerpo era otro recurso para activar lo máximo posible el reclutamiento de nuevos Carabineros. Durante esos días, y en el único diario que se publicaba en Santander, era habitual ver slogans como estos: «Los héroes tienen ahora un uniforme más para lucir las condecoraciones de sus hazañas. El Cuerpo de Carabineros, abnegado antes y glorioso a partir de su incorporación directa a la causa antifascista, quiere ser, también, la auténtica fuerza de choque, que asombre por su arrojo en el Norte de España. Contribuye con tu inscripción, a formarle, miliciano», «Ingresar en el Cuerpo de Carabineros equivale a ser doblemente antifascista, luchador y héroe» o bien, por poner un último ejemplo, «El Cuerpo de Carabineros se ha forjado con cientos de gloriosas hazañas. Las tuyas pueden servir también para que se acreciente la fama de su heroísmo. Inscríbete en él». Desconocemos si el autor de tales arengas propagandísticas fue el propio Angulo, aunque bien podríamos creerlo así.

     El número de voluntarios presentados en Santander ascendería a alrededor de 600, aunque pese a las explicaciones y condiciones tan claras expresadas por el jefe de Carabineros, se recibieron solicitudes cuyas intenciones no concordaban estrictamente con lo que se necesitaba. Para evitar males mayores, Angulo tuvo que salir al paso para dejar todavía más claro su requerimiento. Zugazagoitia se refería a ello poniendo en su boca estas palabras: «Nadie venga a la Brigada de Choque con la intención de perseguir un empleo burocrático en la retaguardia. Aquí no se engaña a nadie. Necesitamos hombres viriles que empuñen la bayoneta para defender la independencia de la Patria». Realmente, Angulo, por si no hubiera quedado suficientemente claro, publicaba una advertencia oficial que pretendía ser ya la definitiva y que se repetiría en los días sucesivos:

JEFATURA DE LAS FUERZAS DE CARABINEROS DEL NORTE.
Advertencia

   Se reciben en esta Jefatura numerosas instancias de aspirantes a ingreso en las unidades de Carabineros de choque en formación, algunas de las cuales revelan en sus firmantes un concepto equivocado respecto a lo que estas fuerzas son. Para que el error no se extienda y ninguno de los que solicitan ser admitidos pueda ser víctima de aquél, esta Jefatura se apresura a rectificarlo.
   En la convocatoria de recluta hecha pública el 10 del corriente mes, se advertía que dichas Unidades de Carabineros en formación «serán empleadas, en su totalidad, en el frente de combate». No hay, pues, motivo para pensar en que puedan ser utilizadas en servicios de retaguardia, perfectamente cubiertas con los carabineros veteranos que, por su edad no puedan ser combatientes de primera línea.
   A todos los solicitantes y a cuantos piensen serlo, esta Jefatura les advierte, una vez más, que las Unidades en formación serán de PRIMERA LINEA, como corresponde a unas auténticas fuerzas de choque, sin que sus componentes puedan aspirar, en ningún momento, a desempeñar otras misiones o servicios que no sean los que corresponden a unas tropas esencialmente combatientes. Todos aquéllos que no estén dispuestos a rendir el máximo esfuerzo y a combatir con absoluto desprecio de sus vidas, harán bien en no solicitar su ingreso en las Unidades de Choque de Carabineros.

   Santander, 18 de julio de 1937.- El teniente coronel jefe, FEDERICO ANGULO.

Portada del Boletín del Instituto de Carabineros

   Una vez conformadas las Brigadas de Choque, Angulo elevó una propuesta al Ministerio para conseguir una primera recompensa a los alistados en forma de ascenso. Hablábamos anteriormente de un número de 600 los que se integraron en opinión de uno de sus compañeros en el diario “El Socialista”. Bien, no sabemos si la relación siguiente, que no llega al centenar, fueron los únicos integrantes de las Brigadas, o sólo los que fueron ascendidos. De todas maneras, dejaremos constancia de sus nombres tal y como aparecieron publicados el 3 de agosto de 1937:
Jefatura de las fuerzas de Carabineros del Norte.
Orden del Cuerpo del día 2 de agosto de 1937
  El excelentísimo señor presidente del Consejo de ministros y ministro de Hacienda se ha dignado acceder a la propuesta extraordinaria de ascensos formulada por esta Jefatura a favor de las clases y carabineros pertenecientes a la Comandancia del Norte, incorporados voluntariamente a las brigadas de choque del Instituto.
   Por virtud de esta justa medida del excelentísimo señor presidente del Consejo de ministros y ministro de Hacienda, son promovidos a los empleos que se mencionan las clases e individuos siguientes:
   Asciende a teniente: el sargento Eugenio Benedit Osta.
   Ascienden a sargento: los cabos Víctor García Caselles, Manuel Santos Rodríguez, Andrés Carmona Rodríguez, Juan García Rollán, Olegario Cuartas Menéndez, Ramón González González, Vicente Gómez Rodríguez, Víctor Bueno Castro, Sisinio Pérez Calzada, Ricardo del Puerto Prado, Antonio Fernández Gil, Matías Palomar Luengo, Francisco Sánchez Maciá y Pedro Figueruelo Martín.
   Ascienden a cabo: los carabineros Eustasio Martínez López, Juan Antonio Escudero Valero, Angel Lorenzo Anzola, Félix Pulido Morales, Daniel Esteban Domingo, Antonio García Mota, Luis Marigil Luzuriaga, José Melara Huerta, Juan Diego Santamaría, Marcial Uriz Prado, Emilio Parejo Morales, Salvador Villar Esparza, Alfonso Trufero Llopis, Teodoro Alvarez Mayo, Juan Triviño Tena, Fernando Revilla Lavín, Teodomiro Lavín Rozadilla, Siro Hermana Cordón, José Santos Rodríguez, Ricardo Misas Elías, José Pérez Méndez, Juan Martín Lahoz, José Pascual San Vicente, Manuel Domínguez Tocón, José Aguilar Prudencio, Francisco Suárez Tielsa, Jacinto Ríos Ramírez, Rogelio Díaz Puerta, Cándido Fernández Gutiérrez, Fermín Resilla Fernández, Salvador Allende del Hoyo, César Valle Suárez, Zoilo Díaz Montero, Marcelino Menéndez Castiello, José García Blanco, Belarmino García Díez, Ceferino Beneitez Menéndez, Luis Fernández Fernández, Angel Bienvenido Ibáñez, José Gutiérrez Fernández, José María González Rodríguez, Angel Rivero Fernández, Ulpiano González García, Raimundo Fernández González, Francisco Fernández Fernández, Manuel Company Figueredo, Manuel Carrascosa Montiel, Manuel Durán Barreiro, Miguel Díaz Marqués, Víctor Suárez Alonso, Isaac García Alvarez, José Lamela Cuñago, Enrique Salas Fernández, Francisco Casal Cagiao, Esteban Pando García, Manuel García Vega, José García Medina, Julio Suárez Sánchez,, Román Pereiras Santamarina, Manuel Alvarez Ordóñez, Juan Alfonso Andrés Calvo, Pedro Luis García Sáez, José Ramón Fernández Gutiérrez, Benjamín García Alvarez, Fernando Areces Díaz, Francisco Iglesias García, Jesús López Hevia, Francisco Jiménez Fernández, Sandalio Menéndez Fernández, Juan Gumbau Guillaza, José Fernández Menéndez, Angel García Martínez, Manuel Morelain Guerra, Francisco Calvo Nevado, Ginés Delestal Añorga, Manuel Martín Zapata, Ramón Lendoiro García, Antonio Arenal Martín y Claudio Pérez Mesa.
   Los agraciados disfrutarán de su nuevo empleo a partir de la revista del mes actual.
   Esta Jefatura se complace vivamente en felicitar a cuantos por haber demostrado su deseo de combatir por la República y la Libertad en las nuevas unidades de choque, se han hecho acreedores a ser recompensados. Y lamenta no menos vivamente, que el ejemplo dado por estas clases y carabineros no haya sido seguido por todos los componentes de la Comandancia del Norte. A nadie podrá extrañar, pues, que esta Jefatura, en uso de sus facultades, disponga la incorporación de aquellas clases y carabineros que por su edad y condiciones físicas sean aptos para la guerra activa, a las brigadas de choque sin recompensa alguna, dado que de modo terminante han manifestado, al ser explorada su voluntad, su falta de deseo de defender en los puestos de vanguardia que son los que todo soldado republicano debe ansiar, la libertad y la independencia de su patria.
   En consecuencia, vengo en disponer que por el mayor, jefe de la Comandancia de Carabineros del Norte, sean relevados de la práctica del servicio peculiar del Instituto, todas las clases e individuos comprendidos entre las edades de diecinueve y treinta y cinco años, ambas inclusive, para su inmediata incorporación a las unidades de choque.
   Espera esta Jefatura que la presente orden sea acatada por todos, no solamente por espíritu de disciplina, que ha sido siempre una de las más nobles características del Instituto de Carabineros, sino con aquel fervor y entusiasmo que todo soldado antifascista debe poner en esta guerra, en la cual se lucha por la libertad, por la dignidad y la independencia del pueblo español.
   Santander, 2 de agosto de 1937.- El teniente coronel jefe, Federico Angulo.
 
 
Mapa de operaciones en la toma de Santander

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