martes, 27 de septiembre de 2011

1933 Las elecciones (V) Comentario

   Como anticipábamos en nuestra anterior entrada, no queríamos dejar pasar por alto una opinión del profesor de la Universidad de Deusto D. José Antonio Rodríguez Ranz. En primer lugar queremos elogiar su magnífica tesis que lleva por título “Guipúzcoa y San Sebastián en las elecciones de la II República”, y reconocer que tan vasto y sensacional trabajo no necesita que sea criticado por un simple y pequeño comentario, además vertido por un mero aficionado que ni de lejos podrá discutir juicios tan documentados como los que allí podemos leer. Pero ya que nuestro cometido en este blog es estudiar lo que fue la vida de Federico Angulo, el profesor Ranz nos permitirá –y perdonará, si en algún momento llega a descubrir estas páginas- que opinemos sobre este particular y tratemos aspectos que posiblemente él desconociera, seguramente porque no fuera necesario para su tesis ahondar en la figura de alguien no tan relevante, y de los que queremos dejar constancia.

   Se refieren primero a la inclusión de Angulo en las listas electorales del Partido Socialista para las elecciones de noviembre de 1933 en Guipúzcoa y a la conclusión extraída una vez conocidos los resultados:
   “Únicamente, algunos medios se hicieron eco del disgusto de un sector de afiliados por la inclusión en la candidatura de Julia Alvarez y Federico Angulo, candidatos foráneos ajenos al socialismo guipuzcoano”.

   “Dos son los elementos a destacar, a nuestro juicio, en el escrutinio de los sufragios de la candidatura socialista. El disgusto que entre un sector de la militancia había causado la inclusión en la candidatura de dos candidatos «advenedizos» –Julia Alvarez y Federico Angulo- se tradujo en un cierto retraimiento en la votación a estos candidatos, que serán los menos votados de la candidatura”.
 
 
   Comenzaremos por valorar los dos adjetivos empleados, a nuestro juicio desafortunados (principalmente el segundo, a pesar de ir entrecomillado) para justificar la inclusión en las listas de Álvarez y Angulo. Desconocemos la trayectoria seguida por Julia Álvarez en el País Vasco pero no así la de Federico Angulo. Y por ello, sin ser mentira que, efectivamente, Angulo no nació en el País Vasco, no es menos cierto que a nuestro juicio no debería merecer tales apelativos.
 
 
   - Federico Angulo nació en Ciudad Rodrigo pero ya tuvo un primer contacto con San Sebastián a los 3 años, adonde se dirigió al ser destinado su padre allí y donde pasó 3 años. Es entonces cuando las circunstancias familiares le obligan a salir y pasar unos años fuera de Euskadi, pero ya en 1912 vuelve a instalarse en San Sebastián, donde hará colaboraciones con los diarios "El Correo del Norte" y "El Pueblo Vasco" entre 1912 y 1914, además de escribir para "Heraldo de Madrid". A lo largo de ese año o bien en 1915 iniciará su estancia en Bilbao, que s eprolongará a lo largo de 7 años. Allí trabajará en “El Liberal”, “El Diario de Vizcaya”, “El Pueblo Vasco” y en “Las Noticias” y será secretario del Círculo de Bellas Artes y Ateneo. Años en los que se casará en Bilbao y tendrá allí a sus dos hijos. En 1921 tendrá lo que Zugazagoitia dio en llamar “veleidad juvenil” y se alistaba en el Tercio, pero al dejarlo en 1923, su primera decisión fue recoger a su familia e instalarse en San Sebastián y afiliarse al Partido Socialista. En Donosti no pasaría desapercibida su figura ya que fue el encargado de dirigir la prestigiosa revista “Vasconia Industrial y Pesquera” y por cuyo cargo sería el encargado de participar y ser autor de ponencias en diferentes Asambleas de Pesca. También es cierto que ese cargo sería el causante de que fuera llamado a Vigo en 1926 y tuviera que abandonar el País Vasco durante unos años.
 
 
   - En 1931 volvería a instalarse en San Sebastián y sería cuando llevaría más intensamente a cabo su actividad política. En 1932 será el fundador de la Asociación de Periodistas de la UGT de San Sebastián y en ese mismo año secretario de la UGT de Guipúzcoa tras su Congreso en agosto. En julio intervino en un mitin en Tolosa y sería designado secretario en la 5ª Sesión del Congreso celebrado en octubre del Partido Socialista. Ya el año de las elecciones, daría diversas conferencias: en la Unión Cultural Democrática en febrero y organizado por la Juventud Socialista de San Sebastián donde hablaría sobre el sexo femenino; sobre Marx en Irún, en marzo; sobre seguros sociales en la Casa del Pueblo de San Sebastián en junio… En febrero de 1933 el semanario “La Voz del Trabajo. Órgano de la Agrupación Socialista de San Sebastián” vuelve a aparecer en su tercera época y Federico Angulo será su director. Igualmente, previo a las elecciones, será secretario del Patronato de Previsión Social, y Presidente del Sindicato de Oficios Varios de San Sebastián.
   Por todo ello, sin dejar de ser ciertos esos calificativos por no haber nacido en el País Vasco, los creemos fuera de lugar al ver qué grado de implicación tenía él y conocimiento público se podría tener de él en San Sebastián y su círculo socialista.



   Creyendo haber dejado claro este punto, pasemos al siguiente. Que un sector de afiliados socialistas estuvieran en desacuerdo con la inclusión de Angulo en las listas, es algo totalmente posible, pero no por ello dejamos de creer innecesario que el profesor Ranz insista por dos veces. Él mismo dejaba claro el ultrapartidismo de la prensa para con cada uno de los partidos a los que patrocinaban. No sólo eso, sino que reconoce que la información que abordaban acerca de otros partidos en esa campaña electoral era mínima y además con ánimo de menosprecio. Así lo incluía en sus páginas “El Día” y “La Constancia”, y así igualmente comentaron lo que fue el último acto de campaña de los socialistas en el Frontón Urumea y del que ya hablamos. Nosotros todavía no hemos podido consultar la prensa de Bilbao pero sabemos que el profesor Ranz sí lo hizo, y al no hacer referencia a este punto deducimos que esa opinión únicamente se basa en la prensa derechista citada. No sabemos qué grado de objetividad y verosimilitud tendrá esa afirmación, como tampoco sabemos qué número de afiliados socialistas integraban ese sector descontento. Poca base nos parece como para darlo como influyente en unas conclusiones de los resultados.
   Y hablando de las conclusiones, comentaremos nuestra opinión acerca de ese “cierto retraimiento” de los votantes socialistas a Álvarez y a Angulo.
 
 
   Ya saben lo que esto lean cuál es el principal objetivo de este blog. Y hubiera sido suficiente para lo que buscamos haber dejado el tema de las elecciones de 1933 en una única entrada. Sin embargo, quisimos ampliarlo hasta en cuatro entradas anteriores que nada tenían que ver con Angulo precisamente para dar a entender cómo transcurrió políticamente el año 1933 y de qué manera tuvieron que afrontar los socialistas aquellas elecciones.
   Efectivamente, los dos fueron los menos votados de la candidatura socialista. Pero haría falta matizar que todos y cada uno de ellos fueron los menos votados en Guipúzcoa, republicanos incluidos. De todos ellos, el que más votos obtendría sería Enrique de Francisco. Y a pesar de ello, creemos que fue precisamente él el más castigado en el resultado electoral. Era uno de los más conocidos en Guipúzcoa, y en las elecciones de 1931, integrando la conjunción republicano-socialista, obtuvo acta de diputado al conseguir 25.612 votos. En 1933 ya no existía esa conjunción pero sí, al tener que votar a cuatro candidatos, fue el beneficiario de numerosos votantes no socialistas pero sí republicanos. Dudamos mucho que a Angulo le ocurriera lo mismo. Además, podríamos citar que el electorado se había convertido en más del doble. En 1931 tenían derecho a voto algo más de 73 mil personas, y en 1933, con el añadido del sufragio femenino, pasaba de las 166 mil y con una participación de votantes del 78%. Con todo ello, sólo conseguiría 21.596 votos. O sea que, un candidato socialista muy conocido, diputado en las elecciones anteriores por San Sebastián, perdió 4 mil votos y únicamente fue capaz de sacar 2.100 votos más que el candidato criticado por los propios afiliados, el candidato ajeno al socialismo guipuzcoano, el candidato “advenedizo”.
   Encontramos muy injusto el que la tesis resalte esa circunstancia y no se refiera a lo que acabamos de comentar. Creemos que en las circunstancias que se presentaron en noviembre de 1933, los 19.480 votos de Angulo serían dignos de reseñar de otra manera. Sin ir más lejos, obtuvo 5 mil votos más que el republicano Juan Usabiaga, diputado en 1931. Y son dignos de reseñar ya que las dificultades para los socialistas ese año fueron numerosas, y más en Guipúzcoa:
 
 
   - “En Guipúzcoa el índice de religiosidad e instrumentación política de la religión son muy superiores a la media estatal” (Rodríguez Ranz, p. 425)
   - El sufragio femenino supuso “un importante factor de apuntalamiento del carácter mayoritariamente conservador de la sociedad guipuzcoana” (Rodríguez Ranz, p. 426)
   - Refiriéndose a áreas rurales y semiurbanas de la provincia, “en los municipios de impronta rural y semiurbana la mayorías nacionalista se torna en hegemonía (Rodríguez Ranz, p. 486) y “la presencia de las formaciones políticas de izquierda seguirá siendo prácticamente simbólica” (Rodríguez Ranz, p. 489)
   - “El ultrapartidismo de la prensa donostiarra afectará muy negativamente a aquellas formaciones políticas que no dispongan de un órgano de prensa propio o, cuando menos, ideológicamente afín. De las cuatro candidaturas mayoritarias de la provincia será la socialista quien se encuentre en esta tesitura de aislamiento y silenciamiento” (Rodríguez Ranz, p. 448)

   Hemos querido enumerar esas dificultades con las mismas palabras que aparecen en la tesis porque tienen toda la razón. Y eso, a nuestro parecer, ayuda a calibrar el merecimiento de obtener casi 20 mil votos como algo positivo y no simplemente como comentario no de menosprecio pero sí de insignificancia y justificación de unos resultados que para los socialistas de Guipúzcoa y de toda España fueron desastrosos.

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